Son muchas y muy variadas las definiciones que podemos encontrarnos para exponer el significado de conflicto, la más universal podría determinarse como el enfrentamiento que se produce en distintos planos de la vida. Quizás el uso de esta definición nos lleve a pensar en el aspecto o vertiente negativa que supone un conflicto, pero hay que aseverar que el conflicto tiene una visión negativa, pero que a su vez dispone de un aspecto positivo que supone que tras una buena preparación puede enseñarnos como se genera en las personas un crecimiento individual y colectivo, y que en definitiva es un método permanente de aprendizaje.

La mediación es un mecanismo de resolución de conflictos extrajudiciales, su principal objetivo es conseguir una implantación real de la mediación en el mundo del trabajo, para ello es necesario exponer y argumentar de manera razonada la posibilidad de que en un medio plazo podamos contar con esta herramienta, no solo en la teoría sino en la práctica, para también resolver las controversias que inundan las relaciones laborales, entendidas estas no solo como los problemas surgidos entre la empresa y el trabajadora, sino también entre los particulares y las empresas entre sí.

Una mediación que va más allá de una simple resolución de conflictos, que pretende ser generadora de un nuevo modelo de relaciones en el mundo que beneficie a todas las partes integrantes pero que sobre todo fomente una mayor comunicación, y por ende un beneficio a toda la estructura social.